
Por: Ernesto Altamirano
SAN FRANCISCO, CA – Joshua Bell, considerado uno de los mejores violinistas del mundo, acompaño a la San Francisco Symphony durante cuatro presentaciones en las cuales interpretó virtusoamente Lalo’s Symphonie espagnole en el Davies Symphony Hall.

El estadounidense Joshua Bell es uno de los violinistas más sobresalientes de su generación. Nacido en Bloomington, en 1967, tuvo la suerte de que sus padres orientaran su vocación sin que por ello dejase de tener una infancia normal. Más adelante, fue presentado al violinista Josef Gingold que, solo tras convencerse de que los Bell no buscaban sino que su hijo disfrutase de su don, le dio clases, desarrollando al virtuoso que llevaba dentro. Así, con catorce años ya daba conciertos nada menos que con la Orquesta de Philadelphia dirigida por Riccardo Muti, y a los dieciocho realizaba su presentación oficial en el Carnegie Hall.

Mimado por público y crítica, Bell goza de una popularidad extraordinaria, que excede los límites de lo clásico, y es conocido por un amplio público a nivel mundial, que abarrota las salas de concierto para verle, independientemente de lo que toque. Por si fuera poco, ha sido distinguido con premios tan resonantes como el Grammy, que obtuvo por la grabación del concierto para violín que Nicholas Maw había escrito para él; igualmente, la banda sonora original de El violín rojo de John Corigliano que él interpretó ganó un Óscar, y hasta el experimento del metro de Washington en el que él obtuvo el Premio Pulitzer para su autor, Gene Weingarten. Además, Bell fue elegido artista clásico del año por la Billboard Magazine en 2004.
Para más información sobre Joshua Bell, visiten su sitio oficial: http://joshuabell.com/
