
Por: Ernesto Altamirano
La pasada noche del viernes 8 de diciembre, sobre el escenario del Abraham Chavez Theatre en la ciudad de El Paso, se veían luces azules, niebla, y momentos despues, música instrumental emotiva comenzó a sonar al momento en que la manda Blue October subió al escenario para empezar su concierto. Blue October se formó en Houston, Texas, en 1995, y ha disfrutado de un enorme éxito. La banda ha tenido once sencillos Top 40, siete álbumes de estudio, álbumes de platino certificados y millones de discos vendidos en todo el mundo. El vocalista principal, Justin Furstenfeld, se unió al escenario con sus compañeros de banda, Jeremy Furstenfeld (batería, percusión), Ryan Delahoussaye (violín, piano, coros), Matt Noveskey (bajo, coros) y Will Knaak (guitarra principal).

El escenario retroiluminado con luces azules y niebla creó una especie de sensación misteriosa cuando Justin comenzó su presentación con “Kitchen Drawer” y su set a lo largo de la noche incluyó canciones populares de sus álbumes de estudio anteriores y una increíble interpretación encore de cuatro canciones. El público parecía amar todas sus canciones, pero obviamente se volvió loco cuando la banda tocó los megaéxitos “Into The Ocean” y “Hate Me”. El sonido único de rock alternativo y la energía contagiosa de Blue October hacen que sea fácil ver por qué han acumulado una gran cantidad de seguidores y un éxito abrumador.

Blue October no sólo presentó su set sin problemas y con la camaradería y cercanía de una familia feliz, sino también con una paz y alegría rara vez vistas en el escenario. No sólo era obvio que a esta banda le encanta tocar en vivo, sino que, como dice la canción, claramente es para eso que viven.

El vocalista de la banda, Justin, con su confianza, carisma, humildad y autenticidad innatas es un poeta nato y fue capaz de conmover a la multitud con la palabra hablada tan eficazmente como a través de la música, además de decirnos cuándo hablar en serio.

Además de liderar todo el espectáculo con su voz y su fascinante presencia en el escenario, Justin tocó la guitarra junto con su nuevo guitarrista quien parecía estar en casa con la banda y cómoda en el escenario como si hubiera estado con la banda desde el principio; el cofundador, viejo amigo de Justin y violinista, Ryan Delahoussaye; cuyas cuerdas características son parte integral del sonido y el encanto de Blue October y fueron tan hermosas en vivo como en cualquier álbum de estudio; el bajista Matt Noveskey, que estaba tan tranquilo, sereno y relajado como siempre y el hermano de Justin, Jeremy Furstenfeld, que estuvo en su elemento tocando la batería con una gran sonrisa en su rostro durante la mayor parte del espectáculo, después de haber estado en su propio viaje desde decepción a la paz, dentro de la banda. La noche fue nada menos que hermosa, mágica e inolvidable.
