
Por: Ernesto Altamirano
Cada espectáculo del grupo irlándes Flogging Molly es como si fuera el Día de San Patricio y te emborrachas con la energía que traen al escenario. Su música te hace patalear y aplaudir aunque no te sepas la letra. No has vivido hasta que ves al menos un programa y he perdido la cuenta. Es sorprendente ver a una banda tan grande estar tan sincronizada entre sí. Fluyen juntos con experiencia y facilidad.

Nunca he visto tocar un acordeón con más fuerza que Matt Hensley. Es absolutamente impresionante. Es casi como una extensión de su cuerpo. Bridget Regan toca el violín y el silbato a la perfección. Su fuerza tranquila impregna el escenario y sabes que mantiene a todos bajo control. La voz de Dave King es inconfundible. Su voz es el núcleo del sonido Flogging Molly.

Tocaron todos mis favoritos como “Requiem for a Dying Song”, “Seven Deadly Sins”, “The Days We’ve Yet to Meet” y, por supuesto, “Drunken Lullabies”. Sus canciones clásicas eran como himnos para la multitud. Era como si fuera un canto gigante. Echa un vistazo a su álbum “Life is Good”, ¡definitivamente no puedes equivocarte!

No se pierdan la próxima gira de Flogging Molly y The Interrupters este verano.