
Por: Ernesto Altamirano
La gira “Future Nostalgia” de Dua Lipa finalmente llegó al SAP Center de San Jose el domingo por la noche canalizando el escapismo impulsado por la música disco cristalizado en el álbum de estudio y extenderlo al escenario. Aunque se perdió las alturas celestiales de terciopelo del álbum, la actuación de Lipa aterrizó ágilmente en la tierra verde, sin elevarse a los cielos estrellados, sino desbloqueando una experiencia que celebraba lo corpóreo y fugaz.
Cuando el álbum “Future Nostalgia” de Dua Lipa, listo para la pista de baile, se lanzó durante el sombrío momento de fines de marzo de 2020, múltiples críticas lo anunciaron como un pop escapista muy necesario.
Pero en 2020, nadie podía perderse entre la multitud con los nuevos ritmos de Lipa: la gira que acompañaba al disco tuvo que esperar. Mientras tanto, la estrella del pop ganadora de un Grammy ofreció actuaciones renovadas y brillantes en los escenarios de premios y en espectáculos virtuales, como la transmisión en vivo “Studio 2054”, que atrajo más de 5 millones de visitas en todo el mundo.
Aunque la lista de canciones bien engrasada de Lipa se centró en su álbum más reciente, también presentó pistas de su álbum debut homónimo de 2017 y otros sencillos. El extático “Be the One” y el agudo “New Rules” electrizaron el escenario ya resplandeciente.

Con la voz iridiscente y en vivo de Lipa, el furtivo “Love Again” se sintió como un momento de miradas cruzadas en la pista de baile. Los licks de guitarra funky agregaron descaro adicional al ritmo discreto de “Pretty Please”. Y el divertido y sexy “Good in Bed” confirmó que la mayoría de estas canciones se deben bailar en compañía de otros, rodeados de lentejuelas, spandex, encaje y cuero.
Cuando Lipa emergió con su deslumbrante traje de gato Mugler final, brillaba en polvo de estrellas, o más bien, unos 120,000 cristales. Y a medida que el espectáculo cerró con el compromiso de cuerpo completo que requería “Don’t Start Now”, la música se volvió transportadora. Hubo un vistazo a una nueva dimensión por la que la intrépida Lipa podría guiarnos en una gira futura.