
Por: Ernesto Altamirano
SAN FRANCISCO, CA – La pasada noche del sábado 3 de septiembre Alicia Keys demostró en el Chase Center de San Francisco que cada espectáculo es como el primero, lo cual dice mucho sobre las artistas que han estado en el juego durante varios años y aún presentan espectáculos sinceros e íntimos, sin importar el tamaño colosal del Chase Center.
Después de una presentación acústica del artista Pink Sweat$, Alicia Keys apareció por primera vez a contraluz en una rendija entre dos pantallas gigantes en el escenario del Chase Center. A cada lado de ella, una animación del sol y la tierra giraba lentamente, y las pantallas se cerraron rápida y perfectamente después de que ella saliera para cantar su primera canción de la noche, “Nat King Cole”.
El concierto de Alicia Keys, el cual originalmente se iba a llevar en The Masonic en San Francisco, fue teatral, apasionante y atractivo, y el área de la bahía tuvo la gran suerte de sentir por sus venas la esencia musical y espiritual de Alicia Keys en todo su esplendor la noche de ayer.

La audiencia estalló en aplausos y los teléfonos celulares saltaron por los aires. Keys instantáneamente comandó a la multitud antes de cantar una nota o tocar una sola tecla de piano en su concierto el sábado por la noche en San Francisco.
Además de deleitar al público del área de la bahía con sus canciones, Alicia Keys conversó con ellos a lo largo de la noche, compartiendo mensajes positivos, como cuando ella mencionó “Cualquier cosa que te esté agobiando, esta noche la dejaremos ir. No es nuestro esta noche. Estamos aquí para cantar a todo pulmón”, afirmó al comienzo de la noche. La audiencia vitoreó y gritó al unísono, pero aun así permaneció serena y con los ojos muy abiertos ante la solicitud del cantante, sabiendo muy bien lo que les esperaba.

Alicia Keys dejó en claro desde el principio de su set que presentarse en un lugar masivo como el Chase Center era importante para ella. Se aseguró de poder actuar frente a un gran grupo de fanáticos mientras mantenía un nivel de intimidad y exclusividad. Cualquier miembro de la audiencia que tuvo la suerte de estar sentado en el pasillo por el que pasó podría atestiguarlo: ningún asiento era un mal asiento.

Durante su concierto, Alicia Keys cantó sus éxitos apasionados “No One”, “Falling”, “Empire State of Mind”, “Girl On Fire” y “If I Ain’t Got You” ante una multitud que cantaba (y a menudo gritaba). Se sentaba regularmente al piano, mostrando su destreza con el instrumento, combinando su interpretación con su talentosa banda de acompañamiento para crear texturas conmovedoras con tintes de jazz.
Otras veces, sus canciones recibieron un tratamiento de remezclas amigable para los clubes. Keys interpretó las versiones “originales” y “desbloqueadas” de algunas de las canciones de su último álbum, incluidas “Skydive” y “Only You”. Las llamativas versiones llenas de cuernos de aire dieron sabores completamente nuevos a las canciones originales de Keys. Mientras las interpretaciones de graves resonaban, la cantante torció los brazos en el aire bajo las luces intermitentes como si ella misma estuviera bailando en un club nocturno.

La discografía oficial de Alicia Keys comenzó en el 2001, y ha realizado innumerables actuaciones. Con demasiada frecuencia, después de una cierta cantidad de años, los artistas o grupos musicales pierden la pasión con la que comenzaron. Pero ver a Alicia Keys actuar en vivo es como ver a una cantante emergente alcanzar la fama mientras mantiene un alto nivel de humildad y gratitud por el lugar en el que se encuentra, incluso ahora, 21 años después de ese primer álbum, y conservando la habilidad de prender a su audiencia en fuego.
La noche concluyó con un tributo a Prince de su banda con su canción “Purple Rain” y Alicia Keys se dirigió a la audiencia diciendóles “Estamos aquí para celebrar esto llamado vida” y de esa manera cerró su concierto en el Chase Center de San Francisco de una manera celebratoria y plenamente única.