Por: Ernesto Altamirano
MONTEREY, CA – Por tercer año consecutivo el Monterey International Blues Festival regresó para mantener esta tradición musical viva en los terrenos de la Feria de Monterey.
Para arrancar el festival, el Monterey Peninsula Gospel Community Choir se subió al Escenario Principal para arrancar el día con el positivismo de la música Gospel .
La música Gospel también conocida como música espiritual o evangélica no podía haber tenido su origen en otro ámbito que no fuese el religioso, más precisamente, surge en las iglesias afroamericanas del siglo XVIII, pero recién se haría popular, despertando el interés del público, en el año 1930 y que hoy en día sigue vive gracias a grupos como el de Monterey Peninsula Gospel Community Choir.
El Monterey International Blues Festival también contó con un Escenario de Educación Juvenil, y el dúo de Phoebe & Nylie fueron quienes lo abrieron. Este tipo de educación musical es importante ya que el blues es la base de casi todos los estilos de música más populares que se escuchan en la actualidad.
El blues no es solo el blues. Jazz, rock, country, soul, R&B, funk e incluso ska descendieron, se desarrollaron y fueron influenciados por el blues. El blues ha servido como la columna vertebral de todos estos estilos y probablemente para muchos estilos aún por venir.
El Escenario de Educación Juvenil estuvo activo durante todo el Monterey International Blues Festival, y la cantante Nikki McCartney con su grupo lo cerraron con broche de oro al presentar dos sets, incluyendo uno acústico.
A lo largo del día en el Escenario Principal se presentaron diferentes grupos y artistas, incluyendo Blues at Eleven, Terry Hanck, Terrie Odabi, Keith Batlin, Trudy Lynn y Mr. Sipp, manteniendo la importancia de este género musical presente. Porque mientras que las letras del Blues a menudo tratan con la adversidad personal, la música en sí va más allá de la autocompasión. El Blues también se trata de vencer la mala suerte, decir lo que sientes, librarte de la frustración, dejarte caer el pelo y simplemente divertirte.
El mejor Blues es visceral, catártico y completamente emocional. Desde la alegría desenfrenada hasta la tristeza profunda, ninguna forma de música comunica emociones más genuinas, tales como las que se sintieron en el 3er Anual Monterey International Blues Festival.